Aunque pueda parecer una obviedad el titular de este breve artículo, lo cierto es que, en demasiadas ocasiones, las estrategias de comunicación y marketing con objetivos sociales pierden eficacia, o directamente fallan en su objetivo principal, por no contar con la participación del verdadero receptor.
No una participación activa en términos de acción dinámica, sino en asumir este elemento como pieza clave en la concepción, diseño y ejecución de la campaña.
¿Crees que los médicos cobran poco?
En el caso de la campaña de denuncia de los bajos salarios médicos de la sanidad privada #NOESJUSTO que elaboramos para el Colegio de Médicos de Sevilla, partimos de una base muy clara. Queríamos transmitir un mensaje ciertamente sorprendente: un médico puede salvar la vida de alguien y ser remunerado de forma ridícula por ello. Esa materia prima tenía, no obstante, un obstáculo bien conocido, que no es otro que la aversión casi automática del receptor, ya que en España los médicos no están especialmente bien valorados en términos profesionales y sufren el falso tópico de que cualquier facultativo pertenece a la clase media-alta de la sociedad.
Detectado el problema, podríamos haber desarrollado una campaña institucional de marketing agresiva que busque condicionar comportamientos, pero al tratarse de un tema tan delicado con honda influencia social, consideramos que el aspecto ético y deontológico era igual de importante. Así pues, apostamos por hacer partícipe a la sociedad transmitiéndole un mensaje claro y cierto (los médicos cobran muy poco por hacer su trabajo) y que luego sea la personal, con su libertad y razonamiento, la que decida si asume el mensaje o no. Y en este sentido, era clave cerciorarnos de que, al menos, lo entendiese perfectamente. Y es que, el mero mensaje de “los médicos cobran poco”, conllevaría la pregunta lógica de “poco, ¿en comparación a quién o a qué?”. Así que nos decidimos por un mensaje directo y potente, basado en una estrategia totalmente comparativa. Hoy día, la mayoría de las personas tienen una suscripción a cualquier plataforma de streaming, cualquiera tiene unos ipods, cualquiera organiza cumpleaños para sus hijos… y a cualquiera le encantan las hamburguesas. Mensajes claros, domésticos, sencillos, y de fácil inmersión para cualquiera, pero con carga informativa real y una valoración contundente: #NOESJUSTO.
La difusión a través de cartelería geográficamente estratégica y muchas redes sociales, han derivado en algo más que en una mera campaña, sino en un debate social en el radio de acción de nuestro cliente.
Este no es el primer caso de éxito de AOM Comunicación y Marketing. Descubre otro Caso de Éxito reciente del RICOMS: gestión de la crisis sanitaria COVID-19.